«Un pensamiento es una frase posible. Una frase debe a la sintaxis el ritmo que la conduce y el de la referencia por el cual ella conduce a las cosas. Ahora bien, un pensamiento se articula de entrada de manera sintáctica; participa, pues, de la frase entendida como operación, como puesta en ritmo en la lengua (...) Pero la lengua es más que el conjunto de las frases ya formadas, y los pensamientos tienen justamente su lugar propio en este exceso. El pensamiento no es un imperio en el imperio de la lengua, sino el avance que el lenguaje adquiere sobre sí mismo: lenguaje posible. (Sólo una ilusión retrospectiva, reverso teórico y pasivo de la invención, muestra al pensamiento como un imperio desde el cual el avance del lenguaje parece un perpetuo retraso.) Antes de toda intuición, esta posibilidad es objeto de una decisión. Una nueva frase es posible justo en la medida en que se la busca efectivamente. Pensar quiere decir: buscar una frase.»
El lenguaje, el ritmo, las cosas, la invención, la claridad, la voz: tales son los títulos de los seis breves capítulos de este libro breve. Libro de filosofía pero sin referencias, sin citas, sin comillas, sin itálicas. Enunciado de frases que buscan, sucediéndose, abordar la cuestión de la frase y a través de ella, abrirse a la de pensar. Buscar una frase es el equivalente a la vez libre y exigente de ?pensar?. ¿Como y con qué se piensa? Tal es la cuestión aquí expuesta, cuestión que sostiene, por su forma misma, que la literatura es la respuesta: las frases nueva presentidas y luego formadas.