En 1922, después del éxito de sus primeros reportajes, Albert Londres viaja a China: cuatrocientos millones de habitantes bajo el yugo de los señores de la guerra, mercenarios, bandidos, dirigidos a la vez por un presidente de la República y un emperador. El reportero se sorprende continuamente: lo...
En 1922, después del éxito de sus primeros reportajes, Albert Londres viaja a China: cuatrocientos millones de habitantes bajo el yugo de los señores de la guerra, mercenarios, bandidos, dirigidos a la vez por un presidente de la República y un emperador. El reportero se sorprende continuamente: los juegos, los piratas, el tráfico de todo tipo y la desorganización general hacen que China parezca presa de una locura verdadera. Con su estilo lleno de color, con sus preguntas francas y su gusto por la anécdota, Albert Londres nos ofrece una historia pintoresca con un tono ligero, un humor ácido con cierto gusto por lo absurdo, tras el que se esconde una crónica de la situación del país.
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