PAISAJE LITERARIO, EL. ANTOLOGÍA

Si bien las antologías son libros que pertenecen al que Marrero Henríquez denomina "género de la disculpa", libros ad hoc y finalistas que mantienen el precario equilibrio de su objetividad como lo mantiene una moneda que se sostiene por un instante sobre su canto antes de mostrar caprichosamente su cara o su cruz, no por sus aporías renuncia El paisaje literario a ser útil, ni por ellas desatiende sus fines programáticos, antes al contrario, en las dificultades de seleccionar y ordenar al corpus de la descripción paisajística de las literaturas hispánicas halla El paisaje literario el estímulo para la consecución de los retos que desde su título anuncia. El paisaje literario privilegia los hechos de la historia de la literatura y se pliega a sus evidencias porque sus fines son servir al conocimiento de las condiciones en las que el paisaje se origina y desarrolla y reflejar la evolución de la descripción paisajística en tanto tal evolución afecta tanto a los lugares a los textos literarios han prestado atención descriptiva como el tratamiento literario que tales lugares han tenido a lo largo del tiempo. No en vano, y muy lejos ya de la hipotiposis de la naturaleza, o del topos retórico que da lugar al locus amoenus en la forma prolija de la descriptio, el paisaje, sin dejar de ser un elemento retórico, sin dejar de ser lo que ha sido, es hoy lo que ha ido siendo y lo que va siendo con la riqueza de los nuevos sustratos que abonan día a día su magia literaria.