Tessa Young es una chica buena y responsable, tiene un novio atento y sabe lo que quiere, al igual que su madre que está decidida a mantenerla por el buen camino. Pero al mudarse a su nueva habitación en el campus se cruza con Hardin Scott, un chico de pelo castaño y alborotado, arrogante acento británico y tatuajes por todo el cuerpo.
Es muy atractivo, seguro de sí mismo y maleducado, rozando la crueldad. Con esa actitud Tessa debería odiarlo al instante pero algo de su oscuro comportamiento la atrae, y es solo cuestión de tiempo que Hardin encienda una pasión que ella jamás ha experimentado.
Hardin le dirá cosas bonitas, para luego insistir en que no es bueno para ella, inventándose excusas y desapareciendo una y otra vez. Y aunque Tessa intentará alejarse de él, solo conseguirá sentirse cada vez más atraída y dispuesta a desenmascarar al verdadero Hardin, bajo todas sus mentiras.