COLOR DEL AGUA, EL

Hijo de un ministro negro y una mujer blanca, James McBride creció en un “caos orquestado” con sus once hermanos en los barrios pobres y totalmente negros de Red Hook, Brooklyn. “Mami”, una mujer ferozmente protectora, llevó a su prole a los eventos culturales gratuitos de Manhattan, exigió buenas calificaciones e imbuyó respeto. Cuando era joven, McBride vio a su madre como una fuente de vergüenza, preocupación y confusión, y llegó a los treinta antes de comenzar a descubrir la verdad sobre su vida temprana y el dolor enterrado durante mucho tiempo. En El color del agua, McBride vuelve sobre los pasos de su madre , quien huyó a los diecisiete años de su hogar para establecerse en la ciudad de Nueva York. Ruth se casó con un pastor negro y fundó la Iglesia Bautista New Brown Memorial, totalmente negra, en su salón de Red Hook. “Dios es del color del agua”, enseñó Ruth McBride a sus hijos, firmemente convencida de que los valores de la vida trascienden la raza.

“Tan viva como una novela, una contribución bien escrita y meditada a la literatura sobre la raza” (The Washington Post Book World).

“Nos dice mucho acerca de la enfermedad racial de nuestra nación y las posibilidades de triunfar sobre ella” (The Wall Street Journal).