MUSICA DE HUESOS

Entre las décadas de 1950 y 1960, en la Unión Soviética se prohibió la música de Pjotr Leschenko, Alexander Vertinsky o de occidentales como Elvis Presley, The Beatles, The Rolling Stones, The Beach Boys, Ella Fitzgerald o Chubby Checker, por generar una subcultura que “atentaba” contra la idiosincrasia rusa. Este hecho hizo que se aprobara en 1958 la Ley que prohibió la producción de grabaciones de “una tendencia criminal”, o sea, stilyagi (de la palabra stil que significa estilo en ruso). Es en ese periodo cuando el ingeniero de sonido de 19 años, Ruslan Bogoslowski, de Leningrado, crea un dispositivo para piratear álbumes occidentales y distribuirlos por toda Rusia; tomando para ello las placas de los rayos X que debían destruirse por orden del gobierno ruso debido a su inflamabilidad. Con estas placas, o pagando a los enfermeros para conseguirlas, durante 20 años, reproduce sobre radiografías alrededor de un millón de copias de discos de música de contrabando hasta que finalmente la KGB lo captura y pasa cinco años preso en Siberia. El presente libro es un homenaje a Ruslan Bogoslowski y, en todo caso, son estos Poemas de Huesos (Bones´n´Ribs Poems) que ciertas mentes se prohíben lo que ofrezco.