ANUENCIA DEL VERANO

El autor, con una voz personal, destaca esa batalla con la lengua para encontrar belleza entre la lava y el paisaje escueto. Un tono el del poeta, y un ritmo, que no son de escuela literaria, sino de oficio de aquel que decide buscar y buscarse a través de la palabra. Su apuesta es valiente; la visión de las islas recuerda que, lo que parecía agotado, puede aparecer de nuevo con una intensidad inusitada. No se somete al dictado habitual que la escritura correcta, también en poesía, se empeña en imponer hoy. Este libro responde a una mirada de alguien que piensa antes de escribir y que integra la escritura en su propia relación con el mundo. POEMAS: (extracto) CANI´CULA LA TARDE Cani´cula la tarde ¿Quie´n la observa? ¿Quie´n a ese hecho acude deslumbrado del sino por fin deslumbrado del sino como cada an~o el an~o? Cani´cula la tarde del sol de luna turbia ya llega en su ausencia que pervive. * EN JUNIO EMPIEZA ESA COSA En junio empieza esa cosa con la ropa a menos la dia´spora de las sa´banas del vino que corrieron esas otras ansias por lo fri´o el protocolo extinto y venga ma´s el agua que se bebe ya templada sin aquello ya en junio la piel buscando el aire que no existe lo de atra´s lo ido donde junio empieza esta cosa desde junio la aldaba del tiempo casi ahoga y se quiere ir ahi´ donde empieza a´rida funcio´n deseando por las islas deseada.