HASTA QUE LOS ENCONTREMOS

La dictadura franquista estableció diferentes categorías de víctimas: víctimas de primera, a las que reconoció como propias y cuya memoria honró, y víctimas de segunda, las que fueron ocultadas y cuyo recuerdo fue proscrito socialmente. también legalizó los crímenes de estado y la violación de derechos humanos. Su larga huella no solamente impidió la celebración de juicios una vez retomada la democracia, sino que puso impedimentos para la creación de comisiones de la verdad, procesos que hubieran contribuido decisivamente a esclarecer las circunstancias de tantas muertes y el paradero de cientos de miles de personas enterradas clandestinamente. (...)

Acercarse a la historia de la violencia es no solamente condenarla, sino comprenderla, analizarla e interpretarla. Responder, en suma, a tres cuestiones esenciales: ¿Quién los mató?, ¿por qué los mataron?, y ¿dónde se encuentran? Volver una vez más a las mismas preguntas que siguen vigentes para el caso de tantas personas desaparecidas, de tantos enterramientos clandestinos que todavía permanecen ocultos en Granada.