Te sientes extraño en tu pellejo? ¿Te preguntas qué es el mundo y qué pintas tú en él? ¿Ignoras 
qué es la verdad, qué hace bueno a lo bueno, justo a lo justo, o bello a lo bello?... Con estas 
extravagantes preguntas comenzaban los programas de la primera temporada de 
«Diálogos en la Caverna», un microespacio dedicado a la divulgación de la filosofía que 
escribimos y dirigimos durante varios años para Radio Nacional de España. De una 
selección y revisión de aquellos guiones (unos emitidos y otros no) se compone el libro 
que tienes entre las manos. En ellos se abordan, a través de breves diálogos, reflexiones 
abiertas al lector y las ilustraciones de Marien Sauceda Polo y Daniel Gil Segura, las 
más importantes cuestiones filosóficas: el sentido de la vida, la realidad, el tiempo, la 
muerte, la conciencia, la identidad personal, la libertad, el conocimiento, la ciencia, la 
ética, la felicidad, el trabajo, el amor, la política o el arte, además de buena parte de los 
asuntos sobre los que con más fruición se debate hoy: la libertad de expresión, la 
diversidad cultural, las redes sociales, el feminismo, la ecología, el nacionalismo, los 
derechos de los animales, la forma en que tratamos a los niños, las nuevas formas de 
identidad sexual… Y todo ello desde la mirada y el lenguaje adolescente de una peculiar 
pandilla de filósofos y filósofas.
Espelunca, Eremita, Covadonga, Crisantra, Madriguero, Petronilo, Felisa o Primitiva son 
algunos de los personajes que discuten, bromean, aman y sueñan en estos «diálogos 
cavernícolas». Sus nombres aluden a ese estado primitivo o «cavernario» en que nos 
descubrimos al topar con las grandes cuestiones filosóficas, la mayoría de ellas tan 
imposibles como necesarias de afrontar, y para las que no hay más «solución» que el 
pensamiento, el discurrir con uno mismo y con los otros…