Hijo, quiero que me ayudes a ser como tú, es el grito que lanza un padre, unos meses antes de fallecer, a un hijo nada convencional. No es una aprobación a su vida, es algo más, es el reconocimiento largamente esperado que todos necesitamos de quienes nos han dado la vida.
Un niño de barrio fascinado por el mundo del espectáculo influido por su padre se propone a los 10 años triunfar en la Gran Vía, al ser inaugurada la línea 5 del metro que le comunica con el centro de un Madrid que necesita. En el camino se cruza con locutores de radio, pintores, músicos y muchos artistas, desde Rocío Jurado a Sara Montiel, de Victoria Abril a Penélope Cruz, Antonio Banderas, Carmen Maura o Almodóvar, formando parte activa de la llamada Movida Madrileña. También se encuentra con chaperos, camellos, drogas, alcohol, meditación, sanación espiritual y las herramientas necesarias para el encuentro consigo mismo.
El autor se abre en canal narrando, en tono de confidencia, su vida a un padre recién fallecido. Sus secretos, su verdad y sus mentiras, ven la luz en un recorrido por los 22 arcanos del tarot que ilustran cada paso que da el protagonista.
No es un libro de autoayuda, es un libro de vida. No es una autobiografía, es una experiencia. No es un drama, es muy divertido. "En los años que llevo en esto, nunca había visto a nadie reírse con el muerto", dice el empleado de la funeraria al protagonista y a su hermana al sorprenderlos jugando con el cadáver de su padre.
La vida es un contraste de muchas emociones, cantaba Elena Burke, eso es "Hijo, quiero que me ayudes a ser como tú".
