Caridad Ortega Ribera es una poetisa de enorme valía que yace inédita y por ello ignorada. Se trata de una poetisa de talla, que podía rivalizar y aún superar la creación de muchos que han visto publicados sus libros. Yo veo en Caridad Ortega y en su obra una de la voces más puras y auténticas. Es poesía que responde a exigencias de su propio ser; expresión de una personalidad rica y creadora; una necesidad que le brota del alma y del cuerpo.
Rafael Llamazares (Escritor, ensayista, catedrático de Literatura)
La poesía de Caridad Ortega Ribera está escrita con la sangre roja de su corazón apasionado y es su propia vida la que describe en sus versos: sus éxitos, desengaños, sueños, amores… Caridad Ortega es una poeta de cuerpo entero en la línea de la mejor Gloria Fuertes. Estos poemas que ven la luz —tras cincuenta años de su muerte— son su primer poemario, que ella seleccionó para una posible edición, pero que no fue posible, dado que un fatídico accidente terminó con su vida, en plena juventud, llena de vitalidad y éxitos deportivos, como nos recuerdan en su textos su hermano Pablo
—viejo amigo mío— y la prologuista del tomo, mi entrañable Cristi.
Bienvenido sea este libro-testamento de Caridad Ortega Ribera, mujer adelantada a su tiempo, feminista, luchadora por la igualdad de la mujer, en unos años en los que era casi una utopía, y además, en aquella España en blanco y negro de la dictadura franquista, casi jugarte el pellejo.
Joaquín Brotons (poeta y escritor valdepeñero)
El nombre de Caridad Ortega está instalado en el colectivo valdepeñero como una mujer deportista de la que se habla sin caer en la cuenta de que ya no está entre nosotros desde hace cincuenta años. Quiso el destino que, para una atleta cuya meta era acortar los tiempos en las distancias, la suya vital fuera arrebatada por un conductor despistado justo cuando iba a enfrentarse a su penúltima competición. Un premio institucional y su nombre en una calle la mantienen viva entre nosotros.
Recuperar hoy su faceta poética no solo es un acto de justicia, es además encontrarnos con alguien que, nacida para ser anónima, nos proyectó como una sociedad abierta al futuro que hoy nos preside. Es por lo tanto una deuda que estábamos llamados a reconocer y que como alcalde, en nombre de su pueblo y el de todos, agradezco sincera y humanamente.
Jesús Martín Rodríguez-Caro (poeta, alcalde de Valdepeñas)