VEINTITANTAS MANERAS DE ENTRAR EN SEVILLA

Este libro propone al lector un viaje a lugares que ya no existen; incluso a alguno que nunca existió. También, a otros que permanecen, pero pasan desapercibidos, ocultos por el olvido y la fronda del ajetreo cotidiano. Es un viaje, sobre todo en el tiempo, alrededor de una ciudad que ya nadie recuerda, que casi ni se ve, pero de la que aún llegan ecos, a veces imperceptibles, a través de los cuales puede ser todavía reconocible. No es indispensable acudir a la arqueología para descubrir ese rastro, pues permanece también en el aire, las gentes; en su forma de hablar, en sus costumbres y en el nombre de las cosas.



A través del recorrido por la historia de las puertas de la antigua muralla de Sevilla –y las apócrifas que han aparecido conforme la ciudad se fue extendiendo–, de lo que a través de ellas fue pasando durante siglos y pasa hoy en día, el autor nos descubre paisajes, hechos y seres que, en muchos casos, mantenían una existencia oculta, ignorada por la mayoría. Convencido de que a veces la explicación de un enigma está más en la superficie que en el fondo de las cosas, y con un próposito más sentimental que erudito, esta semblanza de la que fuera epidermis de la ciudad es pretexto para indagar en el siempre esquivo espíritu de Sevilla.