Sirenas, quimeras, bares, aceras, calor, agosto, ramas, pájaros, vientos, terrazas, fumar, piedras, peces, rojo, besos, huesos, ancestralidad, ojos, pupilas, fe, guerras, amor, muy poco invierno, frío, demasiados dioses, hechizos, brujas, bailes, corazón, un poco de luna, raíces, montañas, lenguas y gilipollas.
Sevilla en verano a cuarenta grados con el olor a naranjo.
Reencuentro con la tierra olvidada, con la resiliencia que gotea entre las generaciones, con la voz que pugna de dentro que grita que quiere, queriendo, ser, sobre todo, jarana.