Al hablar de filosofía de los medios se piensa casi inevitablemente en los medios de comunicación. La pregunta de este libro, no obstante, no se centra en esta forma específica de los medios, sino en los medios en general, hasta ahora subordinados al interior del discurso filosófico. Los medios de los que se trata son aquellos que, en la decantada y maltratada paráfrasis de Maquiavelo, han llegado a nosotros como «justificados por los fines». Esta justificación, definición, determinación y en general sumisión a los fines es la primera parte de la pregunta. La segunda parte, y en gran medida su respuesta, es cómo los cuerpos medios de producción, medios de reproducción, medios de supervivencia se han visto también ellos subordinados y sometidos a los fines, enmarcados usualmente en el discurso filosófico masculino como la preeminencia de la racionalidad.
En esta comprensión de los medios y de los cuerpos, desde una perspectiva feminista y ante la evidencia de su subordinación, una filosofía de los medios desafía dichas jerarquías y plantea como necesaria la presencia y el actuar de los cuerpos, tanto en el discurso filosófico como en el campo de la acción política y económica: cuerpos diversos, monstruosos, embarazosos, insurgentes, capaces, productivos e indispensables, cuerpos de resistencia y de cuidado, cuerpos como medios de una política que los considera también su fin: medios que, en lugar de ser justificados, determinan y condicionan los fines.
