INCINERAR EL MITO / INCINERAR EL MITE

Si atendemos a lo que significaría la expresión “incinerar el mito” no sería sólo enterrar los relatos que nos constituyen como cultura, no, se trataría de un acto más radical: que esos relatos sean ceniza y de ese polvo renazcan otras aves, otros cantos que nos hagan más libres y dueños, en este caso dueñas, de nosotras mismas, como sucede en este libro. Y quizás hayan sido más las poetas las que han reinterpretado la mitología dándoles a sus diosas una palabra y una acción diferente. Ya no será Eurídice la que muera por la desconfiada mirada de Orfeo, ni Penélope esperará pasiva a que Ulises regrese de Ítaca. Como asevera de forma rotunda la poeta Merche Llop Alonso en el último poema de este libro: Se equivocaron los dioses. // Soy yo quien decide/ no escuchar más las liras. / Amaré lo que deseé. / Instalada en el centro de mí misma, // me defino. // Esta es mi grandeza. (María García Zambrano)