La originalísima propuesta que Ricardo Aguilera desarrolla en este libro abre una vía inédita en la literatura musical al seleccionar 50 canciones para relacionarlas con otros tantos hechos históricos. Algunos grandes, otros pequeños. Todos parte de una centuria tan agitada como fue la pasada. Son composiciones, alentadas por unamuy encomiable y desprejuiciada amplitud demiras sonoras, abiertas a los géneros y las latitudes. Conformando con ellas un texto que invita a viajar a través de la Historia, la música y los océanos.
50 canciones para entender el siglo XX se sustenta en una enriquecedora, cuidada y rigurosa documentación.
Sin embargo, Aguilera elude los formalismos con un estilo cercano, directo, desenfadado y no exento de sabias y agradecidas dosis demordacidad, ironía y humor. Su claridad narrativa y el ritmo ágil consiguen que cada uno de estos cincuenta capítulos—a los que se agregan dos epílogos—se devoren como pequeños ensayos que, sin duda, invitan a la reflexión. Y, por supuesto, a la escucha. La revolución mexicana, la Guerra Fría, el inicio del selloMotown o las dictaduras latinoamericanas se entrecruzan con la eclosión del turismo en España, una canción japonesa que (con trampa) se coló en las listas occidentales, el apartheid sudafricano, las luchas por los derechos civiles, la denuncia de las fake news cincuenta años antes de que se inventara el término, un rockero italiano denunciando la especulación urbanística o el París ocupado por los nazis.
Historias de la Historia adosadas a canciones de, pongamos por caso, Leonard Cohen, Adriano Celentano, los Kinks, Bob Dylan, los Rolling Stones, Édith Piaf, las Crystals, James Brown, Joan Manuel Serrat, los Beatles,Woody Guthrie, Duke Ellington, Chuck Berry, Elvis Presley, Charles Aznavour, Chicho Sánchez Ferlosio, Bruce Springsteen, Miriam Makeba, Leño, Billy Bragg, Rubén Blades, Lou Reed, Billie Holiday o John Lennon.