Julieta narra en primera persona una vida aparentemente común que, bajo la superficie de lo cotidiano, se va resquebrajando a base de desilusiones, esfuerzos baldíos y sueños rotos. Una bola de nieve que la arrastra, hasta desembocar en un suceso trágico. Un desgraciado e inevitable vuelco del destino de una Julieta que, en su madurez, se ve sobrepasada por los acontecimientos. Sin embargo, en medio del dolor, encuentra una poderosa redención en la poesía. Como ella misma lo expresa: «La poesía, como siempre, vino en mi ayuda. Es mi forma de expresar la alegría y el llanto y la angustia y la soledad y la plenitud...». En torno a Julieta se mueven diversos personajes que se tornan protagonistas de ciertos pasajes de su vida. Gloria, su mejor amiga, que representa la alegría. Rafa, su marido, que encarna la decepción. Olmedilla, su jefe, que simboliza el hastío. Salva, su novio de la universidad, que personifica el amor incondicional… Cada uno de ellos constituye una pequeña tesela que conforma un precioso mosaico: la existencia de Julieta.
Esta novela es una obra sencilla pero profunda, intensamente humana, en la que la autora desnuda a la protagonista mostrándonos su grandeza y sus miserias, consiguiendo así que el lector, pese a todo, se sienta reflejado en ella.
