ÚLTIMOS DÍAS DE LOS DINOSAURIOS, LOS

Una audaz reconstrucción de las consecuencias inmediatas y a largo plazo del impacto de un asteroide que marcó el fin del Cretácico. Aquel cataclismo -hace 66 millones de años- supuso el fin de la era de los reptiles y el inicio de la era de los mamíferos. Los pocos animales que se salvaron mostraron una notable resiliencia, abriendo un nuevo capítulo evolutivo.

El mundo que conocemos surgió de las oportunidades evolutivas que siguieron al impacto. Solemos prestar atención a lo que se perdió y olvidamos los procesos de recuperación. Sin las oportunidades evolutivas que siguieron, la era de los mamíferos —y, por tanto, la nuestra— no habría existido. Aquel día fue tan decisivo para nosotros como lo fue para los dinosaurios.

Como una oda a la resiliencia que sigue al desastre, se alternan momentos de destrucción y recuperación: un paralelismo inspirador con nuestra propia capacidad de sobreponernos a la adversidad. Al igual que los dinosaurios, viajamos en el sentido unidireccional del tiempo y estamos sometidos a su dictado.