POESÍA AL ACECHO

Existen pocas personas que se reencarnen en viento y adquieran la sensibilidad para mecer lo invisible. Ahí donde los demás marchan a la velocidad que impone la supuesta prosperidad, estas personas esculpen color, dan cuerda a los pajarillos de la mañana, sonríen e invitan a tapear a sus sombras, disfrutan del acto en sí de abrir los sentidos a nuevas perspectivas de lo cotidiano. ??El hombre gris asesina por naturaleza a su propio reflejo desde que acumula conchas. Bajo esas conchas un malherido amor, absoluto y sin adjetivos, espía la inocencia que oculta la piedra uniformada. Somos algunos parte de esa resistencia a la dictadura de la realidad y venceremos porque la poesía al acecho nunca fallece, se tranforma. Nuestra naturaleza evoluciona hacia nuevas perspectivas del arco iris que olvidamos tras el Diluvio. Somos, pues, esa poesía que vigila y pone nuevas voces a la sinfonía del vivir...