Los comienzos de un grupo son siempres difíciles, porque exigen compartir una aventura humana con personas quizá muy distintas, con una cultura, una educación y unas costumbres diferentes. Sin embargo, no es el período más difícil ni de un grupo ni de una Comunidad Cristiana. Mantener el interés y la dinámica: superar las diferencias que van manifestándose, cada vez más visiblemente, a medida que se avanza en sinceridad y en deseos de superación: hacer una lectura evangélica de los acontecimientos cotidianos de la vida, tanto de cada mienbro como de la Comunidad entera, en las relaciones intracomunitarias y en el servicio o misión apostólica, que requieren diálogo y análisis de la situación social, enconómica, cultural, política, eclesial, etc.: todo ello es una labor ardua que exige una permanente sensibilidad, atención y reflexión, tanto de parte de cada uno de los miembros de la Comunidad como de su Guía. Este segundo volumen (el primero, Materiales para su iniciación, fue publicado con el nº33 de esta misma colección) ofrece un conjunto organizado para programar y desarrollar las reuniones de aquellas comunidades que se encuentran en vías de crecimiento y consolidación y en las que van manifestándose síntomas de cansancio, de estancamientos, de retrasos, de oscurecimiento ante la constatación del mal y el pecado propios y ajenos... después de aquella otra primera etapa ilusionante de la puesta en marcha. El Guía encontrará aquí textos bíblicos ampliamente comentados, cuestionamientos prácticos para la puesta en común, además del tratamiento de algunos temas imprescindibles en esta etapa. Su utilización, sumamente sencilla, permitirá encontrar fácilmente lo que la Comunidad necesita para su más óptimo crecimiento en un período que puede ser especialmente dificultoso.
