Poesía es la forma óptima de la ciencia.
Werner Heisenberg, el físico cuántico, decía que tanto la ciencia como la poesía buscan conocer el principio fundamental de los fenómenos. Y lo hacen por caminos distintos: la primera, a través de las matemáticas; la segunda, por medio de la palabra.
Este poemario explora la belleza de la materia y el universo. Belleza a la que, en definitiva, todos pertenecemos.