Espléndido relato que conmueve al lector desde sus primeras páginas, salpicadas de carcajadas, ternura y
emoción. Cuando La Porfía cae en tus manos sabes que estás ante una línea de escritura distinta, nada
deexperimentalismos, sino un guiño al realismo propio de nuestra Literatura desde sus orígenes; la plasticidad
de sus descripciones y los diálogos nos crean la ilusión, en ocasiones, de estar ante un guion
cinematográfico. Diversos temas tienen cabida: la injusticia social, el caciquismo, la crueldad de las
guerras, la miseria, los prejuicios sociales, el éxodo rural, el miedo a la libertad, el sentido de la vida...
Inmerso en su lectura, el lector llora, pero no es una tragedia; el lector ríe a carcajadas, pero no es una
comedia. Es una gran novela, plagada de sentimientos y emociones. Localizada en la Andalucía de finales de los
años 80, protagonizada por Juan Garrapiña, un viejo lobo de mar, que pone punto final a su ajetreada vida,
deja atrás ciudad, familia y negocios y decide regresar a su pueblo natal para hacerse con la finca donde vivió:
La Porfía; buscando el sosiego de la senectud y reconciliarse con sus raíces, rescata viejas amistades y
descubre un nuevo amor, a la vez que se relaciona con los jóvenes del lugar. Ale, ferviente$-mirador de Juan,
participa junto a sus amigos en la reconstrucción de la casa. Se convierte en su ayudante principal y compañero;
se enamora de la joven Margarita que acude desde la ciudad a veranear al pueblo para acabar planteándose su
vida futura allí.