El Arca del Dragón es la historia de un cúmulo de casualidades, de errores, de sinsentidos, de mentiras, de engaños, de falsas creencias bajo las cuales repta una esperanza inocente que intenta abrirse paso consiguiéndolo en ocasiones, fracasando la mayoría de las veces. Es una novela de aventuras con sus magos, sus piratas, sus sacerdotes, sus reyes… que se entremezclan en una historia de relaciones, de desencuentros, de traiciones, de asesinatos, de guerra… Todo ello en un Universo nuevo, pero reconocible.
Toda la trama está atravesada por el intento del autor de entender el papel que juega el Lenguaje en la conformación de la realidad, retorciendo la lógica para ponerlo a prueba. Se pregunta por el inicio de las religiones, por el poder de las palabras, de las verdades y las mentiras. Hay algo que, sin embargo, no puede explicar a través del lenguaje: el arte.
Los démonei venían de Tsuneme. Tobai fue la ciudad y capital de la civilización demon que fundaron cuando llegaron a la nueva Galaxia. Como poseedores de la tecnología de los Juntadores, que les permitían viajar a través del espacio/tiempo, imponen su dominio con la ayuda del Imperio sylvani. Sin embargo, el Imperio ha crecido lo suficiente como para pensar en poder enfrentarse a los démonei, e instigados por una misteriosa facción démon, pide una revisión del Tratado de Comercio que provocará una reacción en cadena que cambiará por completo la Galaxia.
