Esta es la tercera edición (1.ª Editorial Esquío; 2.ª, Editora Regional de Murcia) de un libro de poemas "de culto" para muchos lectores desde antes de su publicación. Sus textos vivieron, antes de ser libro, en postales, telegramas y notas dispersas.
Hay una generación dispersa
que considera que el amor
es en gran manera
un ejercicio de la voluntad
en cuanto que ésta facilita el encuentro
que en otro caso estaría en manos del azar.
Hay una generación que concibe el encuentro
como una fuente de placeres inagotable,
incluso como un placer en sí mismo,
como un juego complejísimo
infinitamente rico en posibilidades y variaciones
donde se manejan como elementos
algunos de los valores que mueven el mundo:
el erotismo,
la exhibición,
la contención,
el amor,
la palabra,
el gesto,
la falsificación de las emociones,
la belleza,
el olvido por la multiplicación de la derrota,
la soledad ancestral,
la sexualidad,
la aventura,
la sumisión,
el poder,
la venganza,
la necesidad,
la fiesta,
la posesión,
el beso,
la fantasía,
la confirmación de la debilidad
frente a un enemigo siempre fresco,
continuamente llamativo,
inteligente en todas las direcciones,
el lujo insolente
de dos cuerpos solos
tratando a la gloria como a una ramera.
Hay una generación de seductores de baja estofa,
que dedica la mayor parte de su inteligencia activa
al, probablemente estúpido, encargo del instinto
de permanecer el mayor tiempo posible
a menos de un metro de una mujer.
La consigna general vendría a ser la siguiente:
si llega el amor, que te encuentre amando.
A esta generación,
a la que pertenecen mis amigos,
cuyos vínculos no son cronológicos,
sino que el nexo de su unión está en los objetivos,
en la tendencia a la adoración a priori de la mujer,
y por tanto en el planteamiento y revisión permanente
de determinadas actitudes
respecto al mundo femenino
y a la ingente cantidad de literatura
que todo ello produce,
está dedicado, en general, este libro.
