En el hangar cromado es el título inaugural de la colección.
Un viaje en que poesía y fotografía se confabulan para crear mundos, redondearlos, mantenerlos en la punta de los dedos mientras descansamos en el diván o sobre la arena de una duna imaginaria. El poemario de Antonio Cordero se hace uno con la fotos de Beatriz Ruibal, recibe una nueva dimensión y significado.
“Los pasaportes no saben de heterónimos, ubicuidades ni sincronismos, se expiden con un nombre, una fecha y una localidad irrevocables. Dicen, pongamos por caso, Antonio Cordero. Madrid, 22 de junio de 1963. Un poemario, sin embargo, puede desdoblarnos, re-desnacernos, des-reubicarnos. Pueden decir, pongamos por caso, Antonio Cordero, Charleville, 20 de noviembre de 1854; y también, Antonio Cordero, Nalecz, Polonia, 3 de diciembre de 1857; y (¿por qué no?) Antonio Cordero, Courbevoie, 27 de mayo de 1894. Sabemos quién escribió los poemas de En el Hangar Cromado pero no sabemos quién seremos al escucharlos. Liberados de todos los cabos, canciones que niegan los puertos y los mapas.”
Del prólogo de “En el Hangar Cromado”