Decía Gloria Fuertes que "todo el mundo puede escribir versos y no ser poeta. Sólo el poeta puede no escribirlos y serlo". José Luis Ríos Jorquera podría perfectamente no escribir versos y ser poeta, pero no es el caso. El caso es que, no sólo es poeta, sino que escribe mucho, y no sólo versos. José Luis escribe como si no hubiera un mañana, y lo hace, además, por los cuatro costados, entiéndase aquí: poesía, teatro, novela y música.
Parafraseando a Gloria, sólo el músico puede no haber escrito nunca una partitura o no haber tocado un instrumento en su vida y, sin embargo, ser músico. La música está en la cabeza y se puede expresar de muchas maneras. José Luis no tiene formación musical, "cuando era pequeño los niños pobres no estudiaban música", pero está claro que toca las palabras y las hace sonar como muy pocos pueden hacerlo.
Siempre he pensado que al verdadero poeta lo reconocemos por su voz. Una voz que, en el caso de José Luis, es nítida, melódica, colorida y vigorosa (...) que nos habla siempre con humana inteligencia.
Perdonad si no miro otra cosa
que las vueltas de la vida al renacer
en cada minúscula aventura diaria.
Siento a veces que tendré que contarlo
y no puedo, no debo perder detalle.
En Buscando la calma, José Luis Ríos Jorquera, nacido en Cazorla (Jaén), rinde homenaje a los pueblos y paisajes de su infancia, a los que ha vuelto para quedarse después de muchos años en el ruidoso Madrid. Y, de esa forma, va dibujando un atlas poético donde su cálida voz se convierte en nuestra fiel audioguía.