Elia es una joven que vive en Avilés. Una noche, tras una extraña pesadilla, tiene el presentimiento de que a Marta, su madre, le ha sucedido algo muy grave. Tras varios años de ruptura total, la relación entre ambas mujeres es escasa, pero ello no quita para que Elia se quede muy intranquila. Al día siguiente, después de tratar en vano de ponerse en contacto con su madre varias veces por teléfono, decide partir sin más demora hacia la vieja casona familiar donde reside Marta, emplazada en lo alto de un acantilado junto a la costa cantábrica. Pero lo que se encuentra allí, lejos de tranquilizarla, aumenta aún más sus temores; la casona está cerrada por dentro con llave y su madre ha desparecido. Solo las tres grandes ventanas del salón permanecen abiertas, pero dan directamente al acantilado de paredes verticales. Tras descartar definitivamente que haya podido caerse al vacío, se abren una serie de interrogantes: ¿qué ha sido de Marta?, ¿por dónde ha salido de la casona si esta permanecía cerrada por dentro?, ¿tienen alguna relación su desaparición con un trágico acontecimiento acaecido en su familia, los Menéndez de Salazar, ciento cincuenta años atrás? Con la ayuda de Tomás, un amigo, Elia emprenderá una doble búsqueda, una primera, personal, para comprender el porqué de la tormentosa relación que siempre tuvo con Marta, y una segunda, para aclarar la misteriosa desaparición de esta.
