En el año de gracia de 994 la primavera fue fría y el invierno aguantó las nieves en el antiguo reino de León más allá de lo esperado. Con estas cubriendo Las Brañas, Almanzor no puede avanzar con sus máquinas de guerra y el sitio de la muy antigua y bien fortificada ciudad de León se retrasa y dificulta. El conde de Burbia, de condado ficticio pero que bien podría ser real, se enfrenta a la caída en desgracia ante el nuevo rey por haber participado, con otros, en la conjura que acabaría con la muerte de Ramiro III, pero esto no debería ser razón para abandonar la defensa de la tierra y el reino. Hay que poner a salvo las reliquias de san Pelayo y también a la hija bastarda del conde, enviándolos a todos a Asturias, pero la nieve, los lobos y los bandidos dificultan el éxito de la misión. Un pastor, huérfano por un oso y ahijado por un conde, un soldado de la tropa de Almanzor, la mujer del conde, tan guerrera como él mismo, la niña y su aya —que oculta antiguos rencores—, los frailes, el rey y la reina, un médico con aficiones musicales y soluciones ingeniosas, alianzas vistas y ocultas que se mantienen o se traicionan… todos confluyen en la sitiada ciudad, de un lado y otro de las murallas, y cada quien aportará, según su personalidad, su historia en esta trama trepidante en la que hay un lugar que defender, un reino que salvar… y muchas
más cosas en juego.