NUESTRA SEÑORA DE LA VELA

incluye fotografías de Víctor Lerena Códigos QR Toni el Cuerdas es un guitarrista venido a menos, una reliquia de la Movida, que malvive en el Madrid de los Austrias a comienzos de este siglo, cuando una ciudad crepuscular y efervescente vive su último fogonazo de esplendor antes de desaparecer en la vorágine del turismo. masificado y la gentrificación. Por sus calles pululan todavía a plena luz del día personajes de naturaleza y apetitos peculiares. Y como el músico va a descubrir muy a su pesar, cuando el mal desea, no empieza una historia de amor, sino un asalto en toda regla a su biografía. Arrastrado a una pesadilla sin fin, se verá obligado a poner en duda todo lo que conoció ya tratar con vecinos que distan mucho de ser lo que eran al principio. Si viviste en Madrid durante ese periodo, recordarás que era un época donde cada establecimiento, sea cual fuese su tamaño, tenía su propia identidad, plagada de los habituales personajes peculiares que debatían entre el humo sobre lo divino y lo cotiano. Los aledaños de la Plaza Mayor, la calle Bailén y el Rastro todavía estaban habitados por los antiguos propietarios, o su descendientes, y se desconocían los conceptos de gentrificación o pisos turísticos. Era un momento especial donde lo castizo, la post movida, el fenómeno indie, el punk o el heavy metal convivían entre minis de cerveza y bocadillos de calamares bajo la atenta mirada de la estatua de Felipe III. Ese es el Madrid en el que vive nuestro protagonista: el Cuerdas. Una especie de Gran Lebowski cañí, músico superviviente de la movida madrileña, que por avatares del destino se ve involucrado en una trama de tintes sobrenaturales.