MITOS DE CTHULHU I, LOS

Incentivado por sus colegas, Howard Phillips Lovecraft delineó un estilo propio en el que mixturaba el terror con la ciencia ficción. Howard dedicó su vida a la escritura pero, salvo por esporádicas publicaciones de cuentos en la revista Pulp, no llegó a ver cómo sus textos llegaban a los lectores. Murió a los 47 años, en la ciudad en la que había nacido, de un cáncer en el intestino, y fue gracias al Círculo que lleva su apellido ùy que fundó el sello editorial Arkham House para editar sus obras ù, que se convirtió en el autor de fama mundial que hoy conocemos. Tras su muerte sus relatos y novelas se fueron convirtiendo en una serie de libros que los críticos suelen clasificar en tres categorías: las historias macabras (escritas entre 1905 y 1920), las historias del ciclo onírico (1920-1927) y los Mitos de Cthulhu (1925-1935). En esta última etapa, Lovecraft se dedicó a la imaginación de cuentos que podrían denominarse como de ôhorror cósmicoö: historias protagonizadas por fantasmas y seres monstruosos, habitantes de dimensiones desconocidas y lejanas en el tiempo y el espacio. El mismo autor fue quien mejor definió los principios de esta mitología fantaseando que: ôAntaño nuestro mundo fue poblado por otras razas que, por practicar la magia negra, perdieron sus conquistas y fueron expulsadas; pero viven aún en el Exterior, dispuestas en todo momento a volver a apoderarse de la Tierraö. A conocer aquellas extrañas razas y aquellos aterradores mundos invitamos con entusiasmo a los lectores en la presente edición de Los mitos de Cthulhu.