Las páginas que siguen no son un relato histórico al uso. Su finalidad esencial es destacar el papel de la mujer en esa partecica de la Iglesia que es el Opus Dei y, más concretamente, su labor apostólica iniciada en 1982, en la R. D. del Congo, sin olvidar que fueron un eslabón más, de la cadena apostólica que en el continente africano iniciaron, en Kenia, en 1965, otro grupo de mujeres de la Obra, pioneras de la labor apostólica en +frica. He tratado de recoger, en las páginas que siguen, con fidelidad a sus relatos, en el fondo y en la forma, las vivencias, peripecias, anécdotas, recuerdos y sueños que aquel puñado de mujeres, que aún hoy, trabajan cara a Dios, en el corazón de +frica. (De la presentación de la autora). Paso a paso, día a día, el corazón de las primeras mujeres del Opus Dei que han sembrado en el Congo se ha ido abriendo a la gracia de Dios. Tita, María Dolores, Leti, Isabelle han llegado desde España, Portugal y Francia, y en apenas años, por no decir en pocos meses, o en pocas semanas, se han convertido en verdaderas congoleñas. Olga nos transmite, en estas páginas, el espíritu de servicio sacrificado, de olvido de sí mismas, de amor a Cristo y a la Iglesia, que estas mujeres han sembrado en el corazón de las personas que les han acogido y escuchado. Dificultades, contrariedades, incomprensiones...