Una vida de autor. Una vida plena. Mucho más que una metáfora y que una moraleja.
Razón y sentimiento. Anécdotas, casos.
El amor, el homenaje a la ciencia psicológica.
Reconocimiento, a los otros, pacientes, oyentes, lectores, alumnos, instituciones, a quienes le han visto, tratado, y a todos los demás.
El texto es optimista, esperanzado, desde el conocimiento de las oscuras sombras humanas.
El reflejo de quien ha escrito el guion de su existencia, con vocación y voluntad.
En el sueño de vivir, o la locura de la existencia, el afán de crearse a uno mismo, de gustar de aprender, de mantener la curiosidad.
Ser, auténtico, en consonancia con las virtudes, desde un corazón remendado y generoso.
Saboreando los buenos recuerdos con familiares y amigos, disfrutando de la imaginación, del equilibrio entre trabajo, ocio, naturaleza, reflexión, deporte.
Una vida compartida, de compromiso, con propósito y significado.
Obras, no palabrería, ánimo insumergible, alegría e independencia, cultivando la ciudadanía.
Estética de la existencia, con Templanza, armonía y tiempo para la reflexión.
Decir Javier Urra, es decir Psicología.
Gratitud a los maestros, compañeros, y a quienes nos continuarán.
Al fin, un hombre, que sabe vivir con intensidad, y sí, a su manera.
¡No va más!